Qué tiene la zarzamora que a todas horas llora que llora por los rincones (de los probadores)...
Volvía a casa enfadada, frustrada, llorando... terrible. Claro, no me gustaba ir de tiendas, pensaba que todos me miraban: mira, ahí va la gorda, no va a encontrar nada, no comas tantos donuts, gorda!!! En fin, que lo mismo ni me veían siquiera, lo más posible, pero una se cree el ombligo del mundo y piensa que todos hablan, para bien o para mal, de ella. Es que hay que ser gilipollas.
Detallazo de la espalda. Se ve ahí que no he podido subir sola la cremallera, pero SI subía, ehh! |
Yo soy muy hombre en el aspecto de ir de compras. Suelo ir sabiendo lo que quiero, lo busco rápido, lo cojo, lo pruebo y si me gusta compro. Eso de estar horas y horas mirando ropa no va conmigo. El caso es que hoy he estado probándome vestidos. Es un gustazo el ir a una tienda y coger una 42 y que te entre y que te quede bien!!! Madre mia!! Si es que si pudiese me pedía matrimonio. Me he probado 4 vestidos en total. Dos de ellos me quedaban como anillo al dedo. Perfectos. En serio, me foll* entera. Pero ahora viene el PERO (o la manzana) no tengo trabajo, soy pobre, no puedo comprar vestidos bonitos. Y aquí viene la llorera (hoy ficticia y exagerando, ehhh, tampoco me lo tomo a la tremenda, respirad). Lloro de felicidad, por lo que he dicho antes, me cabe una 42. Me cabe y me queda de infarto. Y lloro de tristeza porque no tengo dineros para gastar. Total, que me quedo sin vestidos bonitos pero bueno, al menos si que me he podido comprar unas calzonas y una camiseta para hacer deporte, que por otra parte le voy a sacar más partido que a los vestidos.
Mis calzonas y camiseta nuevas!! La cami de la talla M jojojojo Y el glamour lo ponen las sandalias |
Conclusión: ir de tiendas apesta. Siempre. Ser pobre también apesta. Más todavía. Los vestidos bonitos molan. Y las chicas bonitas no pagan dinero... oh oh espera... hahahahahaha. En fin, un poco de humor al asunto siempre viene de perlas para todo y más si son temas tan superficiales como la ropa aunque sé que es un dramón del quince para muchos y muchas.